Lo has hecho toda la vida, desde niña siguiendo las reglas, siempre tratando de encajar, de ser aceptada.

De pertenecer
¿a qué?
¿a quién?
¿porqué?

Escuchaste que había que procurar modestia, te enseñaron mesura y discreción.

Ser diferente era un atrevimiento y aun así lo intentaste

Y te gustó
aunque te morías de miedo
miedo al qué dirán
miedo a decepcionar a tu familia
miedo al rechazo y la vergüenza
miedo de ti misma y tus alcances

Miedo de brillar

Y te retractaste
bajaste tu luz para no encandilar a los demás
te hiciste menos hermosa
hablaste más quedito

Te escondiste

Y aún así lograste ciertas cosas
disfrutaste ciertos triunfos
conociste gente linda
y has sido proporcional y mesuradamente feliz .

Pero ese brillo sigue adentro
esa voz interna habla cada vez más fuerte.
El miedo poco a poco se transforma para dar paso a la mejor versión de ti misma.

Porque siempre has sabido
¡Que eres más!
¡Que puedes dar más!
¡Que puedes recibir más¡
¡QUE MERECES definitivamente MÁS!

Que estás cansada de esconderte detrás de esa identidad que encaja y que es cómoda .

Estás cansada de no vivir o desarrollar tu máximo potencial
de no tomar lo que te corresponde por derecho de nacimiento .
Estás cansada de apostar lo mínimo o no arriesgar nada.

¡¿Estás lista para finalmente VIVIR TU GRAN VISIÓN DE VIDA Y SER LA MEJOR VERSIÓN DE TI MISMA?!

Lo sé, lo puedo sentir, te veo todos los días, te leo… intuitivamente puedo ver tu gran potencial, la pregunta es… ¿Lo sabes tú?

Esta reflexión nació de darme cuenta de que yo no estaba sola, que había muchas como yo, que se estaban quedando a la mitad del camino, por una simple razón y Nelson Mandela la expresa de manera perfecta:

“Nuestro miedo más profundo no es ser inadecuado, nuestro miedo más profundo es que somos poderoso sin límites”

Lo maravilloso es que una vez que lo comprendemos, podemos hacer un análisis y echarnos un clavado profundo a nuestra alma y empezar a quitar conscientemente las ‘piedras’ que han bloqueado esa luz, en qué momento del camino empezamos a creer que no deberíamos ganar, que no deberíamos brillar y que no deberíamos triunfar.

Si estás en este momento de tu vida, donde ya te cansaste de esconderte, es tiempo de considerar que creencias debes modificar para transformarlas en potenciadores, creencias que estén en sintonía con la mejor versión de ti misma.