Lo primero que debes saber, es que esta crisis de la mediana edad, puede ser antes o poco después de cumplir los 40 años, es sumamente común y hasta natural, tiene que ver con nuestro proceso biológico y evolutivo donde nos cuestionamos qué hemos hecho y que nos falta por hacer.

Sin embargo, como todas las crisis, representa también una gran oportunidad de replantearnos qué queremos realmente de nuestra vida. En esta etapa donde hemos adquirido experiencias, aprendizaje y sabiduría, realmente si aprovechamos esta crisis, le podemos dar paso a una mujer en todo su esplendor, empoderada y segura de sí misma. Una que ya no tolera lo que toleraba a sus 20 o incluso a sus 30, una mujer que tal vez ya haya experimentado distintos fracasos y que por lo mismo sabe, que todo pasa.

En mi experiencia como mentora, he visto grandes transformaciones positivas a partir de esta crisis de los 40, donde estas mujeres deciden conscientemente reinventarse y dejar ir sus miedos, sus creencias limitantes, sus juicios y la historia que se han dicho a sí mismas toda la vida, una historia que aunque haya estado llena de logros, amor y éxitos, no ha sido la historia que siempre han deseado protagonizar o simplemente están listas para vivir una diferente, donde son las dueñas de sus vidas al 100%, donde se permiten ignorar el qué dirán y finalmente se permiten brillar y ser inmensamente empoderadas.

Así que cuando veas a una mujer, más o menos de esta edad, con una energía magnética, feliz, positiva y radiante, piensa que detrás de esa belleza interna y externa, hay una mujer que estuvo en crisis, tocó fondos existenciales, lloró en soledad mirándose al espejo, tal vez cuantificando sus arrugas o los sueños aún sin realizar y que al superar esta etapa donde nos sentimos en el ‘limbo’, ni jóvenes ni viejas, donde hasta nos cuestionamos qué ropa elegir, considera que esa es una mujer, que primero aceptó el hecho que envejecer es inevitable, pero hacerse mayor es opcional, que enfrentó tal vez una verdad dolorosa, la de no haber logrado muchas cosas de las que había soñado cuando jovencita y que tal vez sus expectativas jamás encajaban con la realidad, pero mucho más importante, una mujer que se armó de mucho valor, se lleno de amor por sí misma y decidió escribir una nueva historia, donde ahora sería feliz y plena.

Así que si andas rondando los 40, o estás precisamente pasando por esta crisis, alégrate, que lo mejor está por venir.